jueves, 6 de diciembre de 2007

Desgaste del cartilago de crecimiento

Una luxación es la pérdida de contacto de las superficies articulares, causada principalmente por una ruptura de ligamentos y/o de la cápsula, que son los que mantienen las superficies articulares en su relación normal. En el caso de la rótula, que forma parte de la articulación de la rodilla, ésta está en contacto con la superficie femoral gracias a los ligamentos alares, que son un engrosamiento del tejido que envuelve a la rodilla. Estos ligamentos alares son cuatro, dos superiores (interno y externo) y dos inferiores (interno y externo). En la luxación de rótula, ésta salta el cóndilo externo y se sitúa por fuera de él; normalmente esta luxación puede provocar fragmentos de hueso y cartílago, que quedan sueltos dentro de la articulación, además de que puede producirse un desgarro de la cápsula articular en el borde interno de la rótula. Puede combinarse con rotura meniscal y del ligamento lateral interno, cuando se produce por un traumatismo severo. Causas La luxación de rótula se puede producir en los siguientes casos: • Por un movimiento de separación y rotación externa de rodilla. • En personas con laxitud, lo cual favorece la de los ligamentos alares, que son los que mantienen a la rótula en contacto con la superficie articular femoral. Suele darse en gente joven y sobre todo en el sexo femenino. • Por falta de fuerza en la musculatura que frena ese desplazamiento lateral de la rótula; en este caso, el cuádriceps, especialmente la porción del vasto interno. • En personas con el relieve del cóndilo femoral externo menos marcado, por poco crecimiento de la parte externa e inferior del fémur (hipoplasia del cóndilo). • En caso de rótula pequena o subdesarrollada. • Por un impacto violento. • Por actitud en valgo de rodilla (el pie tiende a dirigirse hacia fuera lateralmente). Síntomas Los síntomas más característicos de una luxación de rótula son: • Dolor. • Incapacidad funcional de la pierna implicada. • Inflamación. • Derrame articular hemorrágico. • Al observar la rodilla, la rótula se encuentra en la parte externa de la misma, aunque la mayoría de las veces ya se ha situado de nuevo en su sitio, de no ser así, se la impulsa con la rodilla en extensión. Se debe realizar una radiografía para asegurarse que no ha implicado fractura, ya sea del cóndilo femoral o de la rótula. Fisioterapia El tratamiento después de la lesión es la inmovilización para que se produzca la cicatrización. Si la luxación es recidivante se recomienda una intervención para liberar la tensión de las estructuras laterales y reparar la cápsula, porque cada vez que ésta se luxa se dana el cartílago articular y ayuda a que se produzca una condromalacia. • Fortalecimiento del cuádriceps, que evita el desplazamiento externo de la rótula, ayudado con corrientes farádicas, que estimulan la contracción muscular. • Fortalecimiento de los flexores de la rodilla, si éstos han quedado debilitados. • Ganancia del recorrido articular, si se ha perdido después de la inmovilización. • Ultrasonoterapia, para favorecer la cicatrización. • Corrientes analgésicas, para aliviar el dolor. • Reeducación de la propiocepción. • Crioterapia, para reducir la inflamación.

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